jueves, 8 de marzo de 2012

ESCUELA ESTATAL Y ATEA


Muchas manifestaciones, muchas protestas y muchas más cosas. Es lo que estamos viendo en los últimos días, también en el mundo educativo. Cada uno protesta por lo que quiere y, se supone (sólo se supone) con algún criterio. Allá cada cual. Pero que no engañen. Cuando se ven pancartas exigiendo (no pidiendo) una escuela pública y laica no hay detrás de las mismas un razonamiento lógico, ni mucho menos. Hay un deseo “visceral”, es decir, irracional, de convertir la enseñanza en un trasunto de aquella enseñanza soviética, felizmente desaparecida, que envenenó a media Europa durante décadas. Escuela estatal y atea. Gracias a Dios, ya no es posible. Ha muerto. Y, lógicamente, no espera ni la resurrección ni la vida eterna.