martes, 8 de mayo de 2012

Jornadas de la Asociación Española de Personalismo

Los días 3, 4 y 5 de mayo se han celebrado en la Universidad Católica de Valencia las jornadas que cada año organiza la Asociación Española de Personalismo. Este año dichas jornadas han tenido como eje de reflexión la bioética. Las mesas redondas y las comunicaciones han hecho un repaso exhaustivo a los problemas más actuales de los que debe ocuparse esta importante e interdisciplinar rama del saber. Han intervenido médicos, biólogos, antropólogos, filósofos, teólogos, periodistas y abogados. Se ha debatido sobre la sexualidad, el aborto, la eutanasia, la ecología y muchos más temas. Se ha recordado el pensamiento de autores tan importantes como Mounier, Maritain y Karol Wojtyla. Todo ello teniendo como referencia el valor inviolable de la persona humana. Este magnífico acontecimiento intelectual me lleva a hacer dos reflexiones.

La primera reflexión se refiere a las elecciones francesas. El nuevo presidente, Hollande, parece haber anunciado su talante progresista en temas bioéticos. Esto quiere decir, sencillamente, que promocionará las prácticas abortivas y eutanásicas. Es decir, que legislará contra la persona. Si así fuese, fracasará como presidente. Y, lo que es peor, como persona. La historia ha demostrado que las leyes inhumanas, aunque hayan sido aceptadas por las mayorías, sólo han llevado a la decadencia de las sociedades que las han aplicado.

La segunda reflexión se refiere a la enseñanza. Así como en la sociedad actual la Iglesia se ha quedado prácticamente sola en su defensa de la persona, en la enseñanza la asignatura de Religión es la única que pone a la persona en el centro de su currículo. No se trata de autoalabarnos. Es la verdad. Sólo nuestra asignatura aporta de una forma estructurada y lógica (científica) un concepto de hombre entendido como persona. Las cosas, como son.